Expectativas en la Terapia de Pareja.

“El conocimiento de estas expectativas permite a las parejas aprender más sobre sí mismas y sobre las creencias básicas individuales e cada uno de ellos, también les permite recrear sus sueños iniciales en la creación de su pareja.” (Díaz, 2003).

A lo largo de mi trabajo con parejas, he descubierto la importancia de reflexionar acerca de este tema: las expectativas terapéuticas.

Las expectativas que trae cada miembro de una pareja permean e influyen todo el proceso terapéutico, es por eso la importancia de tener esa claridad: antes y mientras se encuentran en un proceso de terapia.

Me he encontrado con muchos casos en donde no hay congruencia en el motivo de consulta por parte de los miembros de la pareja. Esto es curioso, y nos representa un reto en el trabajo con ellas. Debido a que es importante que entre los miembros escuchen lo que cada uno va buscando, de manera que logren que esto les sirva para seguir construyendo su relación. Construir una meta común, y no solamente tener la idea de que el espacio terapéutico servirá para que le diga al terapeuta todo lo que considero que mi pareja debe cambiar, ese es uno de los objetivos.

Pensar en objetivos comunes además de los individuales y comunicarlos será parte fundamental del trabajo que se realice sesión a sesión.

El papel que juegan las expectativas, además va mucho más allá del espacio terapéutico, y es de suma importancia. Diversos autores, han abordado el tema de la importancia de las expectativas. La mayoría de los cónyuges van al matrimonio a establecer la relación de pareja con diferentes expectativas, deseos y obligaciones, que están en la mente de cada uno de ellos. (Díaz, 2003).

Podemos reflexionar que además si esto no se verbaliza y se “espera” que mi pareja actúe de cierto modo, al no cumplirse esa idea, puede ser la causa y explicación de muchos de los conflictos que luego conocemos en el consultorio.

El objetivo de este artículo es reconocer la importancia de las expectativas, así como,  motivar a que pensemos si platicamos de ellas antes de asistir a una terapia, así como siempre identificarlas a lo largo de su proceso de terapia.

 

 

Referencia

Díaz J. (2003). Prevención de los conflictos de pareja. España: Descleé De Brouwer.